EL HOGAR DE DÍA ES EL"PARADIGMA" ACTUAL PARA DAR RESPUESTA A LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD (especialmente al superar la edad de las ofertas de la escuela en sus diferentes modalidades )

EL LOGRO DEL EDIFICIO PROPIO ES OTRA VEZ LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

Angélica Cores


martes, 20 de septiembre de 2011

continuación "DARSE CUENTA"

Luego de ver la película puedo sacar algunas conclusiones tanto del sistema de salud, como de la situación de las personas que tienen que ver su vida de otra manera luego de un accidente y también, por qué no, de la ética biomédica relacionada con los deberes que el personal de salud tendría que tener con cada uno de sus pacientes y familiares.
El panorama general fue bastante sombrío. Si bien hay que tener en cuenta que el contexto en cual se filma dicha película no era muy feliz, es sorprendente que hoy a mas de veinte años, muchas cosas siguen igual o peor, ya sea en el trato de los pacientes con rehabilitación, o con la conducta de algunos médicos. Realmente da que pensar el hecho de que la salud pública en un país como el nuestro realmente sea tan poco atendida y que eso repercuta negativamente a nivel de las demandas que tiene la gente de este tipo de servicios.
No es algo descabellado darse cuenta que nuestro país produce muchos cerebros competentes que, lamentablemente, muchas veces son aprovechados sin dudas en el exterior y cada vez nos emprobecemos mas profesionalmente. No es negocio gastar nuestros recursos para su formación y que luego los aprovechen los que no tienen tantas necesidades o peor aún, que en el futuro tengamos que pagar sumas exorbitantes de dinero para poder utilizar los propios servicios que fueron formados en nuestro país. En la película se podía ver, como varios profesionales tenían que irse del país, para intentar sobrevivir en el extranjero.
Hoy en día tenemos un gobierno democrático, donde se puede pensar libremente. Hay algunos cambios considerables que permiten a los profesionales quedarse en su lugar de origen, pero a pesar de eso, veo que se da una prioridad mucho mayor a que la gente “llene su buche” con unas buenas tiras de asado con bajo costo, o que se eduquen mirando fútbol con televisión en alta definición en lugar de destinar fondos a la educación en cada uno de los niveles, o invertir en salud que es una de las bases mas importantes del sistema. Cuando las persona se enferman no las cura el fútbol y comiendo asado no se aprende a leer.
Respecto a la rehabilitación, pienso que es un tema complejo, que hoy en día debería ser uno de los menos frecuentes y lamentablemente vemos que las cosas están al revés. Cuando digo que debería ser lo menos frecuente, me apoyo en la promoción de la prevención primaria, que si fuera puesta en práctica en todos los niveles que involucra, evitaría mucho de los mal llamados “accidentes” que terminan dejando a las personas con una vida distinta. A pesar de esto, los accidentes propiamente dichos, estos actos inesperados que se pueden dar por muchas razones, siguen siendo algo muy común en la sociedad. Para mí, el denominador común es la falta de responsabilidad individual, que a su vez refleja de manera colectiva en nuestra comunidad, aún en las cosas más “simples”. ¿Qué cuesta respetar una señal de tránsito?. Si tomaste una bebida alcohólica, ¿porqué estás manejando?, etc. Los resultados son tremendamente negativos. Por cada situación en la que uno o mas personas quedan disminuidas en su cantidad de funciones, el gasto a nivel de salud aumenta. Cuanto mas accidentes hay, mas personas quedarán discapacitadas en algún aspecto de sus vidas y su rehabilitación y reinserción social no son temas menores.
Es contradictorio, también, que muchas personas se quejen de tener que convivir con individuos con capacidades diferentes, siendo que todos somos tristemente responsables de la mayoría de sus problemas (directa o indirectamente). Que aumente el número de personas que quedan mal luego de un “accidente” que podría haber sido evitado, que provoca un gasto importante a nivel de salud y que además genera de a poco un grupo de personas que podríamos considerar como “muertos sociales” no me parece que sea algo que pasa inadvertido. Pero hay que tomar conciencia que tirando la pelotita al otro no se soluciona. El problema no es netamente el gobierno, tampoco el sistema de salud… ¿No será que todos estamos dentro de esto de una forma u otra?
Por último hay que mencionar los deberes que varios de los médicos de la película no cumplieron. No es justificable bajo ningún tipo de pensamiento, desahuciar a un paciente sin haber intentado ningún tipo de tratamiento. El resultado final se ve, en las últimas escenas cuando ese hombre joven que estuvo por años en el Hospital, a cargo de un grupo reducido de personas, da algunos pasos. ¿Dónde quedaron las palabras de esos médicos que dijeron que tenía que morir? Hoy en día tenemos conocimiento de bioética y los casos complejos como los presentados en este film, no escapan al estudio de esta ciencia. A pesar de esto, no es mi intención desarrollar ampliamente estos temas, sino hacer mención a un aspecto tan básico como el que juran los médicos al graduarse: “beneficio para el paciente”.
No sirve criticar y quedarse sentado. Solo es un ciclo de realimentación negativa que amarga a la gente y le saca su vocación. En todo caso hay que hacer lo que está a nuestro alcance, en cada una de los etapas que nos encontremos y no olvidar el objetivo que tenemos en conjunto como futuros componentes del sistema de salud que pretendemos mejorar con esfuerzo.

Gabriel Melo.

Luego de ver la película Darse Cuenta, pueden realizarse diversos análisis. Pero básicamente, a mi entender, podemos hablar sobre el singular trato que se da a los pacientes y sobre todo a los familiares de los mismos.
La película comienza con un accidente sufrido por un joven, tras el cual es trasladado a un hospital público. Desde ese momento se suscitan diferentes situaciones.
Desde el ingreso del joven al establecimiento, es especialmente notorio el trato que los médicos brindan a su familia. El primer médico que lo atiende le informa su estado utilizando lenguaje técnico que les resulta incomprensible, solo le limita a pasarles el parte, es en este punto que me llama la atención la ausencia de contención para la familia, ante una situación como esta. También la poca disponibilidad del primer médico para aceptar una segunda opinión que pueda favorecer al paciente.
En este momento la familia solicita el cambio de médico. Quien muestra una actitud distinta a los demás, sin embargo la familia ya parece resignada ante la situación del joven, y finalmente sumando motivos personales se fueron alejando y mostrándose más periféricos. El caso de la hermana es especial, pierde a su hijo por nacer, tiene a su hermano internado sin saber que será de el y quizá por algún tipo de trastorno decide darlo por muerto también.
Cuando el joven despierta, se da cuenta de que su familia lo ha abandonado. No puede caminar. El único que ha permanecido junto a el es el médico. A simple vista no aparece en escena ningún psicólogo o alguien capacitado para brindarle contención. En este punto me parece relevante destacar que la salud del paciente no solo se ve afectada en su aspecto físico sino también en lo afectivo psicológico. Se pone énfasis solo en el aspecto curativo de lo físico (que el joven camine) y no se trabaja de manera interdisciplinaria para tratar las demás áreas. El paciente ha pedido al médico que lo ayude a morir, porque en estas condiciones no quiere seguir.
En la evaluación que se realiza en el hospital mientras el joven se encuentra en tratamiento, frente a sus colegas y el director, el médico se muestra mas estricto, y ante la falla del paciente en su intento de caminar, lo deja. Es decir, actúa como los demás médicos. Desde mi punto de vista, esta “falla” representa para el un fracaso propio (al igual que su matrimonio). Significa un caso perdido.
Debido a la situación contextual en la cual transcurre la historia, dictadura militar, el hijo del médico ha decidido irse del país. Y estando en Canadá escribe una carta a su padre, luego de la cual este reflexiona sobre su comportamiento frente a su paciente. Se mezcla en este sentido lo personal del médico con lo del paciente. Quizá ha pensado que lo mismo que sufrió su paciente pudo pasarle a él.

Claudia Romero.

La intención del director Alejandro Doria, o al menos la reflexión que produjo en mí, apunta hacia realizar una crítica a preceptos médicos que históricamente se han considerado como fundamentos para ejercer la profesión medica. El modelo médico hegemónico, se muestra con su crudeza característica, individualismo y deshumanización de las relaciones interpersonales y se ve contrastado con una visión más horizontal de la medicina en la que la relación entre el médico y el paciente no se basa en las posibilidades de sobrevivir ni presupuesto hospitalario, sino en dos personas que se ayudan mutuamente.
Una buena idea fue ambientarla en la época en que inicia el proceso, no solo porque nos ambienta en un momento social crucial de la historia argentina, sino porque también nos permite contrastar la atención médica de la época y la actual, y encontrar en ese contraste similitudes lamentables. La falta de presupuesto hospitalario es la cruz que deshumaniza la práctica médica, en el pasado y en el presente, solo que en el presente existe la salud privada, la cual marca una línea entre quienes “merecen o no” tener atención médica. La atención médica actual no se basa en cobertura , prevención ni en una visión completa del concepto de persona, sino en las limitaciones que da un mal presupuesto y los beneficios económicos que brinda la salud privada. Ahora, está en nosotros determinar quienes son los responsables del deterioro de la salud y la educación, marcarlos como enemigos y luchar contra ellos, cada uno a su manera, porque no mejor, todos juntos.
La práctica médica se encuentra entre dos fuerzas innegables que constituyen a la persona, la biología y la moral, y si bien ciertas estructuras sociales nos las determinan como incompatibles o incluso opuestas, nuestra visión no se debe enturbiar pues son fuerzas complementarias que hacen a la salud individual y colectiva. La conclusión personal que saco de esta película es que lo único que se necesita para ser un buen médico es ser buena persona, y en este mundo capitalista y neoliberal ser una buena persona es una de las responsabilidades mas difíciles de cumplir.

Francisco Calcagni

Darse cuenta… dos palabras que resumen mucho. Una película que me hizo pensar y también sentir.
Podría detenerme en un enfoque malo e indeseable sobre lo que nos muestra la película. Podría ver que muchas veces la familia de un paciente paralítico o en estado crítico o terminal, se ausenta o elige vivir su “duelo” lejos del ser querido, algo inexplicable viéndolo desde afuera… Podría preguntarme porqué hay tantas fallas en el sistema sanitario y maldecir la burocracia que impera en los centros de salud, así como en otras instituciones. Ver esas jerarquías de poder, que en cierta medida son necesarios, pero que se vuelven absurdas y totalmente destructivas cuando las relaciones entre colegas y entre estos con los pacientes se vuelven tan impersonales.
Pero luego de este análisis, sigo pensando y decido… yo elijo quedarme con lo bueno, con lo que me alegró el día, con lo que me ayudó a darme cuenta de lo dichosos que somos al tener a alguien al lado nuestro con quién podamos contar. Aunque no lo sepamos ver, tarde o temprano algo o alguien nos ilumina. Opto por pensar que cada quién hace lo que puede y me detengo en los momentos en los que vi personas no profesionales de la salud o personas que ponen el alma y el cuerpo en cada atención al prójimo.
Por todo ello, me quedo con lo lindo, porque el lamento y la impotencia solo atraen mas lamento e impotencia, y eso es justamente lo que queremos detener, sentir que es tanto lo malo que nos supera y pero aún, que es vano hacer algo para cambiarlo.
Veo que es increíble y tan contradictorio a la naturaleza, como en el humano preponderan las visiones malas sobre los buenos. Por eso, lo que intento expresar con estas ideas es una simple tal vez una de las mas difíciles propuestas… Que cambiemos los lamentos por las alegrías, la bronca por la paz, la impotencia acumulada por una acción que libere. No todo es color de rosas, es cierto, pero quién dijo que la rosa es la felicidad plena. Miremos el cielo celeste, rojo, naranja, gris; las montañas, miremos un simple arco iris y nos daremos cuenta de que la vida tiene de todo y que nunca nos da un problema si no nos da también la capacidad para resolverlo.

Jorgelina Magdalena Lendich

Darse cuenta me pareció una gran película que además de reflejar las miserias humanas, muestra las grandes falencias en el sistema de salud, principalmente el valor que los médicos le adjudican a la vida humana.
Durante el transcurso de la trama, se observa el poco interés que le brindan a la persona internada. Al haber sufrido un accidente con daños múltiples, el paciente pasa meses internado, inconciente, llevando esto a que su familia pierda gradualmente el interés y la fe. Los médicos desde el ingreso del paciente lo ignoraron, evitando “malgastar esfuerzos y fondos en alguien que inevitablemente fallecerá y cuyas esperanzas son nulas”.
El médico protagonista es el único que toma el caso y lo asume como a su propia vida, demostrando que si bien es un proceso de recuperación tedioso, largo y fatigoso, es posible, y que todo paciente debe ser atendido como ser humano que es, y agotar todos los medios para que se mejore.
Es importante que nosotros como futuros médicos sigamos el ejemplo profesional de ese médico, y que los años de carrera no nos confundan y sigamos valorando la vida de TODOS nuestros pacientes, y luchando por ella siempre que un problema de salud se presente.

María Florencia Rodríguez

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